La sociedad americana busca el auge económico o la convivencia pacífica, lo que no busca es un político preparado.
13 de septiembre de 2020
Estados Unidos no solo está pasando por una crisis económica profunda, también sufre de conflicto entre ciudadanos por movimientos anti-racistas que han venido alterano el orden social en los últimos meses. Los perfiles de los candidatos a la presidencia no satisfacen plenamente, más bien, incitan a votar por aquel con mejor personificación tanto cognitiva como emocional en sus discursos. Estos dos atributos separan radicalmente a la sociedad inclinada hacia una imagen y no un perfil ideal.
Al rendir homenaje a las familias de las víctimas de abusos policiales, el candidato demócrata Joe Biden demostró interés en el movimiento polémico de Black Lives Matter. Biden, quien fue la mano derecha de Obama durante su periodo presidencial, durante su campaña ha mostrado interés por cambios en el sistema jurídico. Biden anhela estabilizar la convivencia pacífica y la descriminalización de personas negras por medio de acuerdos sociales y reformas a la estructura de formación policial. Biden refleja una imagen bastante liberal que muchos americanos no toleran.
Por el otro lado, el republicano Donald Trump está preocupado por mantener su posición presidencial. Mantiene su popularidad viajando por el país con discursos vox populi para convencer a los ciudadanos de su buena gerencia económica, cómo ha sido la mejor que pudo tener el país en años y cómo Trump es el único que puede mantenerla a flote. A este discurso no muchos le hacen mala cara.
Claramente, las prioridades de cada candidato son distintas. Mientras Biden aboga por la convivencia pacífica, Trump dice ser el único que permitirá un futuro e incierto auge económico. La sociedad americana busca en este momento un político que entre sus intereses privados no perjudique la convivencia y estructura de la sociedad. Los conflictos sociales y económicos surgidos en los últimos tres años tienen a los americanos a la deriva, causando fuertes competencias y disputas entre ellos mismos. La ciudadanía lejos está de encontrar un perfil ideal sin importar el partido al que un candidato represente. No se puede culpar a la sociedad por estar cegada por las imágenes creadas por los políticos, pero sí se puede evidenciar un urgente cambio para reestablecer el orden en la sociedad que tanto recalca su amor por la libertad.
