El Reflejo de la Estructura en la Agencia

15 de febrero de 2021


Ponencia sobre “Guy Debord 2.0: hacia un análisis de la mercantilización de la subjetividad en las redes sociales” de Javier Zamora García

Javier Zamora ofrece una crítica de la obra “La sociedad del Espectáculo” del filósofo francés Guy Debord, en la cual describe la mercantilización de la identidad, entendida como un intercambio económico en términos de identidad a cambio de atención y aceptación. Zamora considera que la sociedad del espectáculo llega a su máxima expresión gracias al uso continuo de las redes sociales, pues ellas incentivan a los individuos a comercializar su identidad a cambio del interés y likes de los demás. Zamora acude también a un argumento de Judith Butler, filósofa americana, quien contempla cómo el individuo, en su capacidad racional para actuar y pensar por sí mismo, tiene la habilidad de reconocer el sistema al cual está sometido y el marco que lo configura. El argumento de Butler sugiere que el individuo está habilitado de manera permanente para, al menos, identificar dicho marco. En este sentido, el sujeto puede producirse en obediencia o desobediencia al marco que lo configura, aunque siempre esté en relación a él. Bajo los argumentos de Debord y Butler, en esta ponencia busco argumentar: que (i) la mercantilización de la identidad se da, principalmente, como consecuencia de un modelo económico; y, (ii) que un individuo no desarrolla su identidad de manera autónoma, sino es el sistema el que la estructura. Sin embargo, a pesar de la existencia y la influencia del sistema, (iii) la capacidad racional del sujeto permite, a través del criterio propio, reconocer las dimensiones del marco para posteriormente configurar una identidad propia.

De acuerdo a Debord, el espectáculo “no es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas mediatizada por las imágenes” (Zamora, 2018). El espectáculo, entonces, tiene la capacidad de transformar relaciones sociales y de subordinarlas a una intención comercial donde priman aspectos como la imagen y la seducción. Inicialmente, Debord asocia la idea del espectáculo con la visión materialista que permite la expansión del capitalismo en las diferentes esferas de la vida. Así, la ideología del espectáculo podría comprenderse como una cosmovisión que facilita la entrada y permanencia del sistema impuesto en la vida social del individuo. 

En este sentido, (i) la mercantilización de la identidad ocurre debido a la influencia de un modelo económico en la esfera política y social, según Debord. Esta ideología de mercantilización de identidad ha sido catalizada por el capitalismo, perjudicando con mayor alcance a la esfera social. Zamora expone este mismo argumento en el contexto contemporáneo de la sociedad capitalista del siglo XXI y su interacción con las redes sociales, donde el individuo expone su vida y su apariencia de manera conveniente y poco fiel a su realidad a cambio de atención y aceptación de otros usuarios. Un ejemplo de dicha conducta se puede encontrar en redes sociales donde, a través de las imágenes, se forma una identidad que no necesariamente coincide con la realidad del sujeto, pero que a su vez garantizan aceptación por parte de los usuarios. Dichas imágenes usualmente incluyen estilos de vida idealizados desde una perspectiva capitalista.

Adicionalmente, se debe considerar que los marcos de configuración proveen conjuntos específicos de normas y reglas de conducta que, como en el caso del sistema capitalista, logran permear la esfera social. En este sentido, dicho marco se encarga de inculcar ciertos comportamientos que influencian el desarrollo de la identidad de un individuo. Este caso se puede ver reflejado en situaciones donde la identidad se ve influenciada por patrones observados en otros usuarios a través de redes sociales (moda, música, gastronomía). Esto nos permite apreciar que (ii) el sistema, si bien no define completamente, sí influye en la configuración de la identidad de un individuo. Sin embargo, a pesar de la existencia e influencia del sistema, este ofrece un espacio de libertad donde el individuo tiene cierta flexibilidad para desarrollar su identidad. 

Por otro lado, Zamora cita a Butler para sustentar su tesis sobre la capacidad de criterio racional que puede llegar a tener un sujeto; Zamora considera que cada individuo mercantiliza su identidad (i), pero lo hace bajo su propio criterio, es decir, basándose en sus propios códigos se desenvuelve en el marco que lo configura:

Desde esta perspectiva, el individuo no puede comprenderse nunca ni como anterior ni externo a su contexto sociohistórico (Butler, 2001:24), sino que se encontraría precisamente sujeto a un contexto determinado en la medida en que está obligado a configurar su identidad bajo una serie de códigos que definen las fronteras de lo posible. (Zamora, 2018).

Es decir, dada la capacidad de criterio propio, el sujeto logra reconocer el marco al que está siendo limitado, otorgando la posibilidad de aceptar o rechazar los rasgos del sistema del cual hace parte, y con base en ello, articula de manera autónoma el desarrollo su identidad. E.g., discernir tipos de contenidos a los cuales acceder, limitar interacciones en plataformas específicas, o simplemente no ser partícipe de ellas.

Los argumentos abordados en esta ponencia muestran que, a pesar de que el sistema capitalista no solo (i) da lugar a la mercantilización de la identidad, también (ii) estructura la identidad del sujeto, (iii) la capacidad racional y de criterio propio, permitiendo al individuo reconocer las dimensiones a las que está sujeto. De esta forma, basado en su criterio, el sujeto desarrolla su identidad, a pesar de la influencia que el sistema pueda ejercer en él.

Referencias

Zamora, J. (2018). GUY DEBORD 2.0: hacia un análisis de la mercantilización de la subjetividad en las redes sociales. OXÍMORA REVISTA INTERNACIONAL DE ÉTICA Y POLÍTICA(13), 239-254. doi:10.1344/oxi.2018.i13.21573